Fábricas y textil durante la Revolución industrial. N15. D2. 2017

From una Wiki en el Colegio Estudio
Revision as of 12:13, 23 March 2017 by Andreszabala (Talk | contribs)

Jump to: navigation, search

Contents

Introducción

Fabrica OcamposG.jpg


La Revolución Industrial es el proceso de evolución que conduce a una sociedad desde una economía agrícola tradicional hasta otra caracterizada por procesos de producción mecanizados para fabricar bienes a gran escala. Este proceso se produce en distintas épocas dependiendo de cada país. En la segunda mitad del siglo XVIII, en Inglaterra, se detecta una transformación profunda en los sistemas de trabajo y de la estructura de la sociedad. Es el resultado de un crecimiento y de unos cambios que se han venido produciendo durante los últimos cien años; no es una revolución repentina, sino lenta e imparable. Se pasa del viejo mundo rural al de las ciudades, del trabajo manual al de la máquina. Los campesinos abandonan los campos y se trasladan a las ciudades; surge una nueva clase de profesionales. El concepto "revolución industrial" abarca dos fases: la primera Revolución (siglo XVIII y XIX) y su inevitable continuación, la Segunda Revolución Industrial (siglos XIX y parte del XX). Los cambios que esta Primera Revolución industrial produce son de carácter irreversible, y alteran definitivamente las estructuras sociales y económicas previas.

La Revolución Industrial o Primera Revolución Industrial es el proceso de transformación económica, social y tecnológica que se inició en la segunda mitad del siglo XVIII en el Reino Unido, que se extendió unas décadas después a gran parte de Europa occidental y Norteamérica, y que concluyó entre 1820 y 1840. Durante este periodo se vivió el mayor conjunto de transformaciones económicas, tecnológicas y sociales de la historia de la humanidad desde el Neolítico,que vio el paso desde una economía rural basada fundamentalmente en la agricultura y el comercio a una economía de carácter urbano, industrializada y mecanizada. La Revolución Industrial marca un punto de inflexión en la historia, modificando e influenciando todos los aspectos de la vida cotidiana de una u otra manera. La producción tanto agrícola como de la naciente industria se multiplicó a la vez que disminuye el tiempo de producción. A partir de 1800 la riqueza y la renta per cápita se multiplicó como no lo había hecho nunca en la historia, pues hasta entonces el PIB per cápita se había mantenido prácticamente estancado durante siglos.

Metodolagía

Hemos escogido como tema las fábricas y textiles en el siglo XVIII. Este grupo lo formamos Gonzalo Ocampos, Andrés de Zabala y Horacio Sama Nos hemos repartido el trabajo por situación geográfica de manera que cada uno hacía una potencia industrial a nivel mundial que había tenido importancia durante esta revolución Hemos escogido como potencias Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia ambas conectadas por la industria. Las preguntas que hemos escogido son: ¿Como y quienes eran la mano de obra? ¿Qué avances han empleado? ¿Qué condiciones? ¿Por qué explota la industria textil?

Desarrollo

¿Cómo?

La incorporación de máquinas a la producción sustituyó el trabajo manual y los tradicionales sistemas de fabricación por otros nuevos. El trabajo se trasladó desde los talleres artesanales con un reducido número de operarios a las fábricas. En la primera revolución Industrial, la industria del algodón, pasó a ser la actividad principal en esta época. Incorporando diversas innovaciones a los procesos de tejido e hilado, desplazó en magnitud a la de la lana. Hubo hechos que incentivaron esta situación. Entre ellos se puede destacar:

-La prohibición de importar telas de algodón de la India. principal competidora de Inglaterra.

-La existencia de grandes plantaciones de algodón en Norteamérica, explotadas en régimen esclavista que proporcionaban materia prima abundante y barata a las factorías inglesas.

-La inexistencia de reglamentaciones en el proceso productivo, lo que sin duda eliminaba las trabas que sufrían otras actividades. ¿Cómo?

La incorporación de máquinas a la producción sustituyó el trabajo manual y los tradicionales sistemas de fabricación por otros nuevos. El trabajo se trasladó desde los talleres artesanales con un reducido número de operarios a las fábricas. En la primera revolución Industrial, la industria del algodón, pasó a ser la actividad principal en esta época. Incorporando diversas innovaciones a los procesos de tejido e hilado, desplazó en magnitud a la de la lana. Hubo hechos que incentivaron esta situación. Entre ellos se puede destacar:

-La prohibición de importar telas de algodón de la India. principal competidora de Inglaterra.

-La existencia de grandes plantaciones de algodón en Norteamérica, explotadas en régimen esclavista que proporcionaban materia prima abundante y barata a las factorías inglesas.

-La inexistencia de reglamentaciones en el proceso productivo, lo que sin duda eliminaba las trabas que sufrían otras actividades.

¿Quiénes?

Durante la Revolución Industrial los niños fueron vistos como una fuente de mano de obra barata por los dueños de fábricas, mientras que las familias que luchaban por sobrevivir necesitaban desesperadamente el poco dinero que sus hijos podían ganar. Niños de tan sólo seis años de edad habitualmente trabajaban de 12 a 14 horas diarias, con poco o ningún tiempo para descansar. Además de las largas jornadas, los niños recibían una parte de los salarios que ganaban sus padres, y su trabajo les obligaba a utilizar maquinaria pesada peligrosa, bajo condiciones de seguridad prácticamente inexistentes. La jornada laboral promedio era de entre 13 y 15 horas al día durante seis, a veces siete, días a la semana, trabajando en condiciones laborales duras y extremadamente peligrosas. En las fábricas se ponía a obreros no capacitados a manejar la maquinaria, que con facilidad podía herir o mutilar a algún desafortunado. Los productos químicos peligrosos utilizados en las fábricas creaban una calidad tóxica del aire, causando problemas crónicos de salud a los trabajadores, e incluso dejando estériles a algunas mujeres.

Revolución industrial en Francia

Un “despegue” del crecimiento no fue lo que caracterizó en el siglo XIX al desarrollo económico de Francia. Sino al contrario, este evidenció una lenta transformación de sus técnicas de producción. Por tal motivo podría afirmarse que el desenvolvimiento industrial francés para nosotros, no será adjetivado como revolución con su total connotación como concepto. Tal es así, que a lo largo del siglo XIX, la economía francesa se transformó de una manera gradual. La clave de este proceso está sujeto al desplazamiento progresivo de su centro de gravedad: la agricultura, hacia el desarrollo de la industria, localizada en pocas ciudades y principalmente en el norte de este país.

Comienzos de la industrilización en Francia

El conjunto de factores que favorecieron el desarrollo industrial francés durante el siglo XIX tuvo su origen en las reformas revolucionarias, en los órdenes institucional y político que se sucedieron a la caída del Antiguo Régimen. Por otra parte, se realizó toda una reorganización territorial de la geografía francesa. Las antiguas provincias fueron sustituidas por nuevas demarcaciones, que Napoleón acabó de ordenar en el marco de una estrecha centralización administrativa. Se suprimieron las aduanas interiores entre las provincias. Hombres, mercancías y capitales lograron desplazarse libremente. El espacio geográfico francés se convirtió en un mercado único, protegido por un elevado arancel exterior. En 1790 la Asamblea adoptó el sistema métrico, mucho más simple que el antiguo sistema de pesas y medidas, lo cual favoreció notablemente los intercambios. Tanto la Convención como el Directorio darían un fuerte impulso a la creación de instituciones dedicadas al estudio y a las investigaciones científicas. A mediados del siglo XIX, estas iniciativas ofrecían ya claros resultados con Saint Simon y sus seguidores, cuyas teorías sobre la industrialización y el desarrollo de las técnicas financieras, así como la reorganización de los transportes, darían como resultado una organización económica más funcional. Hubo factores desfavorables que convergieron contrariamente en el desarrollo industrial de Francia. Francia carecía de importantes recursos de carbón y de mineral de hierro, lo cual provocó que, a finales del siglo XIX, el 53.5 por ciento de las importaciones francesas de mercancías fueran materias primas necesarias para la industria. Era el único país industrial que necesitaba importar carbón.

Industria textil en Francia

Hacia mediados del siglo XVIII existía en Francia una industria textil rural. Los talleres dispersos de carácter familiar trabajaban el lino y el algodón a domicilio. En algunos casos, los trabajadores se asociaban bajo la tutela de un comerciante que proporcionaba las materias primas. Esta estampa de hiladuras y manufacturas “de aldea” se mantuvo por generaciones, hasta el momento en que el comerciante-abastecedor, enriquecido por el auge del mercantilismo, comenzó a importar máquinas y a construir fábricas.

Desafiando las fuertes tendencias proteccionistas del Estado del Antiguo Régimen, estos comerciantes viajaron a Inglaterra, visitaron talleres británicos, se empaparon en nuevas técnicas gracias a las abundantes revistas especializadas y, bien por simples licencias obtenidas de las autoridades inglesas, o por la política del contrabando, iniciaron una corriente de suministro de material técnico, combinándola con una amplia red de espionaje económico. Los empresarios ingleses y sus expertos técnicos viajaron a Francia atraídos por la perspectiva de aumentar sus beneficios. John Kay, en 1747, instaló en París la primera lanzadera volante. El gobierno francés se vio obligado a reconocer el talento y la iniciativa de Kay. Sus complicados artefactos comenzaron a funcionar en los centros textiles de Normandía. La industria textil del norte y las fábricas de pana de Ruán comenzaron a desarrollarse a mediados del siglo XVIII con maquinaria y mano de obra inglesas, bajo la tutela y, a la vez, el recelo terno de París, presionado por las ilusiones de la iniciativa privada. La energía hidráulica y la de vapor instaladas por primera vez en Alsacia, en 1830, ya se concentraban en cerca de dieciocho mil telares hidráulicos o de vapor. En Calais y Boloña, a principios del siglo XIX, comenzó una fase decisiva en la fabricación de encajes bajo el asesoramiento, en sus inicios, de mano de obra inglesa calificada. En conjunto, concluimos que Francia supo aprovecharse de las técnicas de producción textil de Inglaterra. Sin embargo, el desarrollo de la industria textil fue mucho más lento. Lo mismo ocurrió en los restantes sectores industriales.

Revolución industrial en EEUU

Revolución industrial en Gran Bretaña

Conclusiones

Consecuencias