Difference between revisions of "Canon de belleza"

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Introducción

En esta entrada trataremos la evolución del canon de belleza femenino desde la prehistoria hasta nuestra actualidad. En dicha evolución podremos apreciar como cambian radicalmente las características que la sociedad consideraba atractivas en la mujer; pasaremos de ver cuerpos rellenos con pieles blancas y de porcelana a cuerpos delgados de piel oscura. Antes de tratar las siguientes etapas tenemos que tener claro lo que significa "canon de belleza". El canon de belleza es el conjunto de aquellas características que una sociedad considera convencionalmente como hermoso o atractivo.

Prehistoria

En la prehistoria y más concretamente en la Edad de Piedra, ya existía un canon de belleza dirigido a las mujeres; este canon, estaba enfocado a lo más importante: la supervivencia y el crecimiento de los asentamientos nómadas.

Gracias a las esculturas que han pervivido de aquellos tiempos, hoy podemos decir que posiblemente los hombres preferían mujeres con los órganos reproductores muy marcados (pechos, vientre, caderas anchas…) para que a la hora del parto les resultase más fácil y no muriesen durante el parto ni la mujer ni el niño. Aunque no se sabe si eran estas mujeres las que escogían con que hombres querían formar una familia.

Esto se sabe gracias a los estudios y los descubrimientos arqueológicos de las diferentes esculturas denominadas Venus o diosas de la fertilidad femenina las cuales se han encontrado en numerosos descubrimientos arqueológicos, una de estas esculturas donde podemos apreciar todos estos rasgos anatómicos es en la Venus de Willendorf o el relieve de la Venus del Cuerno.

Renacimiento (siglos XV – XVI)

Las características femeninas que se consideraban atractivas en estos siglos del Renacimiento son: piel blanca, mejillas sonrosadas, cabello rubio y largo, frente despejada, ojos grandes y claros, hombros estrechos, como la cintura, caderas y estómagos redondeados, manos delgadas y pequeñas, (en señal de elegancia y delicadeza), los pies delgados y proporcionados, dedos largos y finos, cuello largo y delgado, cadera levemente marcada, senos pequeños, firmes y torneados y labios sonrosados.

En cuanto al maquillaje de aquella época, tan solo usaban el colorete y el carmín para esos tonos rosas de la cara.

Como podemos ver en la enumeración anterior, los renacentistas buscan en una mujer la proporción, la elegancia y la delicadeza. Estos necesitan mostrar la perfección corporal, y les gustaba mostrar la desnudez de los cuerpos femeninos en numerosos de sus cuadros.

El ideal de belleza femenino cambia actualmente, hoy en día se prefiere a una mujer más delgada y estilizada; la belleza se basa no en la palidez, sino en tonos más morenos.

Barroco (siglos XVII – XVIII)

El Barroco fue la edad de la apariencia y la coquetería. Las cortes europeas mostraban su poder mediante la imagen que daban. Lo que más destaca del Barroco es el uso y abuso de perfumes, carmines, lunares, corsés, encajes, ropas suntuosas, zapatos de tacón, espejos, joyas, pomposidad, peinados, coquetería...

Con esto, nació la palabra "maquillaje" y se extendió por las distintas lenguas, muchas veces como sinónimo de truco y engaño. Como consecuencia el ideal de belleza femenino, era bastante artificial. En cuanto al físico en sí, se puede deducir que  tras los ropajes y afeite, se encontraban unos cuerpos más gorditos que en el Renacimiento, pechos más voluminosos resaltados por los corsés, anchas caderas, estrechas cinturas, brazos redondeados y carnosos, piel blanca, hombros estrechos.

Época Victoriana (siglo XIX)

Principios del siglo XX

Años 1930-40

Años 1950-60

Años 1970-80

Años 1990

Años 2000-actualidad

Estudio del canon de belleza actual

Al abrir una página web,nos vemos instantáneamente bombardeados por millones de imágenes que luchan por llamar nuestra atención. Ya sea un anuncio de un perfume protagonizado por una conocida modelo, un reportaje fotográfico de futbolistas vestidos con una determinada firma de ropa o un actor presentando su última película. Un estudio de la Universidad Saint Andrew de Escocia demuestra que los medios de comunicación, sobre todo Internet, tienen una gran influencia en que nos resulten más atractivos unos u otros rasgos faciales.

Hagamos la prueba. Elegid entre el siguiente par de imágenes, el rostro más atractivo:

¿Y ahora con el rostro de esta mujer?

Los que tienen Internet, entre los que probablemente estarán los que lean este artículo, deberían haber elegido en ambos casos las imágenes de la izquierda. Es decir, las que muestran un hombre más masculino y una mujer más femenina y delgada. Pero, ¿por qué se produce esto? ¿Cómo es posible que la red de redes sea capaz de influir en algo tan íntimo como nuestro deseo? Carlota Batres, investigadora participante en el estudio, explica que los poseedores de una conexión Wi-fi están más expuestos a los ideales creados por los medios de comunicación y la publicidad.

El estudio se realizó en el Salvador, país de origen de Batres, en el que el 74% de la población no tiene acceso a Internet. En él participaron 69 hombres y 83 mujeres, de entre 18 y 25 años a los que se les mostraron 30 pares de caras y se les pidió que eligiesen en cada caso el rostro que les resultase más atractivo. Además, los participantes contestaron una encuesta verbal en la que se los preguntó, por ejemplo, su nivel de estudios, si tenían televisión o si habían viajado en alguna ocasión al extranjero. Las imágenes que se utilizaron fueron creadas en el laboratorio a partir de diferentes prototipos de masculinidad, feminidad y peso.

Los científicos habían previsto que las personas sin acceso a Internet se inclinasen por los rostros más rollizos. Esta conclusión coincidía con las de otros estudios que relacionan la preferencia por cuerpos robustos con las zonas más pobres y rurales ya que esta se asociada a una mayor disposición a sobrevivir en condiciones de vida duras.

Sin embargo, el resto de los resultados del ensayo fueron una sorpresa. Las investigaciones previas sobre el tema dicen que en zonas más violentas y con peores condiciones sanitarias –que en El Salvador coinciden con los lugares que no tienen acceso a la red– tienen más exito los hombres con rostros más masculinos ya que la gente tiende a vincularlos con una mejor salud (aunque esta relación ha generado debate). Batres y sus compañeros explican los datos obtenidos por la influencia de la exposición mediatica. Todo parece indicar que Internet va a marcar el canon de belleza de la era digital.

Fuentes de Información