Excursión a Córdoba
Descripción de la ciudad de Córdoba musulmana en el siglo X según Ibn Hawqal
Córdoba no es quizás igual a una de las dos mitades de Bagdad, pero no está muy lejos de serlo. Es una ciudad de un muro de piedra, provista de hermosos barrios y vastas explanadas. Hace mucho tiempo que el soberano de esta ciudad reina sobre ella y tiene su residencia y su palacio en el interior de la muralla que la rodea. La mayoría de las puertas de su palacio alcanzan el interior de la ciudad por varios lados. Dos puertas de la ciudad, abiertas en la misma muralla, dan sobre la ruta que lleva de Rusafa al río. Rusafa se compone de alojamientos que forman la zona alta de la ciudad, y cuyas construcciones alcanzan el barrio bajo. Es una aglomeración que rodea la ciudad por los lados este, norte y oeste; el sur da sobre el río, a lo largo del cual se desarrolla la ruta llamada al-Rasif. Es en el barrio donde se encuentran los mercados, tabernas, caravasares, baños y moradas de las clases inferiores de la población. La mezquita aljama que es muy bella y grande, se encuentra en la misma ciudad; la prisión está situada en su vecindad.
CANCIÓN DE JINETE
Córdoba. Lejana y sola.
Jaca negra, luna grande, y aceitunas en mi alforja. Aunque sepa los caminos yo nunca llegaré a Córdoba.
Por el llano, por el viento, jaca negra, luna roja. La muerte me está mirando desde las torres de Córdoba.
¡Ay qué camino tan largo! ¡Ay mi jaca valerosa! ¡Ay que la muerte me espera, antes de llegar a Córdoba!
Córdoba. Lejana y sola.
Federico García Lorca, 1924