Investigadores.15B.RosalindFranklin.2018
Contents |
Rosalind Franklin
Infancia
Nació el 25 de julio de 1920 en Notting Hill, Londres. Fue la segunda hija de una familia acomodada. Desde una temprana edad, mostró especial interés por la ciencia. Tras estudiar en algunas escuelas de la ciudad, se inclinó por permanecer estudiando, esta decisión, no fue acatada por su padre. A pesar de ello, consiguió acceder en el Newnham College. En aquella época, la mujer podía estudiar, pero no obtener una licenciatura, ni doctorado, solo entregado a algunas pocas.
Educación y trabajos
Por suerte, Rosalind, fue una de las seleccionadas. Recibió un doctorado en química y física, en 1945, gracias a sus trabajos con las microestructuras del grafito y carbón. Un año después, comenzó a trabajar en el Laboratorio de Servicios Químicos del Estado de París, aquí trabajó tres años y adquirió nuevos conocimientos sobre los rayos X. En 1951, volvió a su país, donde comenzó a trabajar en el laboratorio del King's College (Londres), dirigido por John Randall, aquí, tuvo la ocupación de investigadora asociada. A los 17 años acudió a la universidad para estudiar física, química y matemáticas. Asistió a una conferencia de Einstein, y quiso poner su vida al servicio de la ciencia tal y como este proclamaba. Su padre al principio no estaba de acuerdo con esa idea, pero recapacitó sobre ello y vio que realmente le gustaba la ciencia y finalmente cedió. A los 18 ingresó en la universidad de Cambridge, donde estudió Newton. A los 21 años empieza a trabajar con el futuro premio nobel.
Muerte e investigación
Rosalind Franklin fue la primera persona en apreciar la estructura de doble hélice del ADN. Murió a los 37 años, en 1966, cuatro años antes de que se les entregara el Premio Nobel de Medicina a James Watsdeon, Francis Crack y Maurice Wilkins por este descubrimiento, sin mencionar su contribución. Obtuvo la primera y más nítida imagen del santuario biológico, donde se conserva la vida, el ADN. Gracias a ella Crick y Watson, en ese momento encallados, pudieron observar que la forma del ADN no era como ellos pensaban y establecieron las conexiones necesarias para determinar su estructura. Murió sin ser consciente del agravio que había sufrido, este en parte por la biografía de Watson en la que se refiere a ella con comentarios despectivos, que provocaron enfados a aquellas personas que la conocían. Rosalind no fue una mujer fácil. Era radicalmente independiente y alarmantemente inteligente.
Conclusión general
Las mujeres dedicadas a la ciencia fueron ignoradas por las instituciones, sus amigos, la sociedad en conjunto. La historia las ha despreciado y condenado a un injusto anonimato, de no ser conocidas por nadie en el futuro, la mayoría de personas conocidas en el pasado son nombres masculinos.