Investigadores.15B.MargaGilRoësset.2018

Marga Gil Roësset

Vida

El 3 de marzo de 1908 nace en Madrid Marga Gil Roësset. Provenía de una familia bohemia y también acomodada.

Desde siempre, fue una niña bastante enfermiza, tanto que incluso los médicos creyeron que su vida no sería muy longeva.

Fue su madre, Margo Roësset quien inculcó tanto a su hermana Consuelo como a ella el gusto y el amor por las artes. Esta las instruyó en el mundo y las educó para que fueran cultas mediante viajes al extranjero, por ejemplo. Fue una joven prodigio que a los 24 años ya empezaba a ser conocida como escultora, ilustradora, nacional e internacionalmente y como poetisa.

Con muy poca edad, la joven Marga Gil Roësset ya demostraba un claro talento respecto al dibujo y a la escritura. Llegó a publicar algún cuento junto a su hermana Consuelo, con quien tenía un fuerte vínculo.

Algo más tarde, decidió comenzar a dedicarse a la escultura. Gracias a esta iniciativa que tomó, comenzó a tener un mayor apogeo por sus obras y su nombre empezó a figurar en muchas partes.

Su relación con Juan Ramón Jiménez

Fueron presentados por la austriaca Olga Bauerpilecka en un recital de ópera en 1932 y Marga quedó fascinada. Cada día, la obsesión que esta tenía por el poeta iba aumentando. No solo amaba al marido de Zenobia, Juan Ramón, sino que también la admiraba a ella, frecuentando las visitas a su casa. Llegó a construirla hasta un busto en piedra, donde muestra su gran potencia plástica. Además, Marga enviaba notas, dibujos, historias al matrimonio y Juan Ramón Jiménez los leía divertido. Sin embargo, entre estas notas, se encontraban papeles con versos de un amor desaforado a los que el poeta no respondía, incluyendo estos siempre un detalle que ofrecer, como rosas, libros, frutas, papeles, cintas de colores...

Muerte

Marga, quien estaba tremendamente enamorada, al ver que su amor no era correspondido va dejando de comer. Su dieta principal queda reducida a litros de café y pediluvios de té. Marga Gil Roësset se quitó la vida el 28 de julio de 1932, a sus 24 años de edad. El motivo fue el amor no correspondido, pues ella amaba a Juan Ramón Jiménez, pero este ya estaba casado y además, este tenía 51 años. Ese mismo día, el 28 de julio, Marga Gil Roesset fue a casa de Zenobia y Juan Ramón Jiménez y dejó al poeta una carpeta amarilla con la siguiente orden: “No lo leas ahora”. Al poco tiempo, la joven decidió quitarse la vida de un disparo y fue entonces cuando el poeta decidió abrir la carpeta. En esta había muchísimos textos y poemas que hacían referencia a cómo se sentía y a cuánto amaba al poeta. Algunos de ellos decían:

“Que sé yo por qué te quiero tanto (…) querría no quererte tanto… aunque mi única razón de ser… es esa… y también mi única razón de no ser…Aunque siento la vida hermosa y bella, y creo que hay mil cosas que cada una sola podría llenar… ¡muchas vidas! (…) como yo, ya he encontrado, lo mejor… porque lo mejor no puede ser… todo me importa nada…”. Y la única solución que encontró: “… lo mejor es morirme… … y para morirse cuando aún se es joven… pues… hay que matarse…”.

“… Y es que… Ya no quiero vivir sin ti… no… ya no puedo vivir sin ti… … tú, como sí puedes vivir sin mí… … debes vivir sin mí…”

“Mi amor es infinito!…La muerte es… infinita… el mar es infinito… la soledad infinita… yo con ellos… yo… con lo infinito…” “Qué dulce es el amanecer del día último…”

“Noche última… que querría tanto a tu lado… y estoy sola… …sola… Yo así en la vida estoy, pero en la muerte ya nada me separa de ti… muerte… cómo te quiero!”

Junto al cuerpo de Marga había una carta para sus padres y otra para su hermana, en las que se despedía y pedía perdón por el sufrimiento causado, también había una para Zenobia. En ella Marga afirmaba que le había dicho a Juan Ramón que le quería y que le había pedido matrimonio, pero este la había rechazado. Decía así : “Zenobita… vas a perdonarme… ¡Me he enamorado de Juan Ramón! Y aunque querer… y enamorarse es algo que te ocurre porque sí, sin tener tú la culpa… a mí al menos, pues así me ha pasado… lo he sentido cuando ya era… natural… que si te dedicaras a ir únicamente con personas que no te atraen… quitarías todo peligro… pero eso es estúpido”.

Marga se despide también de su amiga: “Perdóname Azulita… por lo que si él quisiera yo habría hecho”.

El viernes 22 y el sábado 23 de julio de 1932, Marga Gil Roësset empieza a destruir parte de su obra y cualquier rastro de ella. Destroza esculturas, fotografías, quema dibujos y rompe poemas.