Excursión a Abioncillo. Calatañazor. 15D. 2013. N15
Vamos a hablar de la excursión a Calatañazor que la realizamos el primer día. En esta pagina vamos a hablar de:
- La Iglesia de nuestra señora del Castillo de Calatalazor.
- Arquitectura popular.
- La Plaza de Almanzor.
- El Castillo.
LA IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DEL CASTILLO DE CALATAÑAZOR.
Esta iglesia de estilo Románico, fue construida en el siglo XII, pero fue modificada durante los siglos XVI y XVIII. En nuestra visita vimos solo la fachada occidental, en la que podemos distinguir varios elementos arquitectónicos:
(Voy a insertar una foto que tengo preparada para que se vean los elementos arquitectónicos, la cosa es que no se como)
ARQUITECTURA POPULAR.
Vamos a hablar un poco de las casas, todos nos fijamos que eran muy parecidas entre sí, ya que todas por el exterior tenían que seguir un canon estético aunque por dentro podían ser muy modernas, por eso ahora vamos a hablar de las características del exterior: Los edificios son adosados, lo que hace que no se necesite demasiado material para la construcción, pero con el problema de los incendios, es decir, que si una se incendia al estar todas juntas el fuego se tras pasaría de casa en casa reduciendo todas a cenizas. Las casas estaban divididas en la parte superior y la inferior que daba a la calle, en la parte inferior se utilizaban la madera, el ladrillo y barro, en la parte superior se utilizaban el ladrillo y la madera. Las ventanas eran pequeñas, tan pequeñas que se denominan ventanucos, para evitar el frío, ya que al no haber mas calefacción que las chimeneas cuanto mayor sea la ventana, ya que el cristal deja pasar el frió, mas frío habrá en la casa. El alero de la pared sobre sale para que el agua de lluvia no caiga de golpe en la pared, sino en la calle. Los soportales, aunque cueste creerlo, tenían una función social, es decir, para fomentar las vida social entre los habitantes de Calatañazor, se colocaban puestos del mercado... (Aquí tambien voy a insertar una foto la cosa es que no se como)
LA PLAZA DE ALMANZOR.
Nuestra última visita en este pueblo fue la Plaza de Almanzor. Al llegar nos encontramos con un busto de Almanzor y una picota llamativa donde antiguamente se ahoracaba a los criminales, acompañada de un rollo símbolo de justicia y de la villa. A pesar del frío, escuchamos la amena charla de nuestro monitor sobre el evento histórico más relevante del lugar, la guerra de Calatañazor:
Almanzor, jefe de uno de los más importantes ejércitos provinentes de Al-Ándalus, llegó al peñasco de Calatañazor en épocas de guerras entre cristianos y musulmanes. En dicho momento, Sancho García, cristiano a la sazón Conde de Castilla, que se había enfrentado a las huestes de Almanzor dos años antes en Peña Cervera, donde resultó derrotado como siempre, apreció quizá debilidades nunca antes advertidas en los ejércitos musulmanes. De esta forma decidió que había llegado el momento y la ocasión de rendir en combate a Almanzor, envejecido, enfermo y ahora en retirada.
Así pudo haber sucedido la Batalla de Calatañazor, aunque documentalmente no sea dado asegurarlo ni desmentirlo. La tradición sostiene que «en la Calatañazor perdió Almanzor el tambor», que es tanto como decir que perdió su talismán de imbatible y que resultó derrotado. Debemos añadir que la imaginación no está sujeta al rigor histórico, pero sí parece seguro que Almanzor murió la noche del 10 al 11 de agosto de 1002 y que fue sepultado en Medinaceli.
EL CASTILLO DE CALATAÑAZOR.
Lo que aún perdura del castillo y que hoy podemos contemplar (pues está en ruinas), se remonta al siglo XIV o XV, aunque en la torre del homenaje se distingan algunas piedras aparejadas al modo árabe que hablan de un origen anterior. Este castillo-palacio fue solar de los Padilla, pues sus orígenes son celtibéricos y en él nacieron varios de sus destacados miembros. La torre del homenaje fue objeto de una restauración relativamente reciente; es el único elemento que presenta algún detalle de interés, como la sillería de sus esquinas o la ventana gótica que se abre en una de sus paredes. Entre las ruinas, los lienzos de esta torre y la torre en sí, son los únicos elementos que sobreviven, y son de mampostería y sillería de refuerzo en las esquinas. Resisten en pie dos cubos y varios tambores de la muralla circundante. Es visible también el foso que lo aislaba y defendía por el lado de la población (aunque la propia altura del valle de la Sangre ofreciera ya suficiente protección).
